domingo, 3 de agosto de 2014

Dicotomía

No me gustan los "bienquedas ", ni los héroes a los que nadie les ha pedido que lo sean. Tampoco me gustan los corrillos,  las miradas fulminantes,  ni los teatros. La gente que juega a hacerse la víctima,  esa gente,  es rastrera y cobarde. Los que juegan a creerse a esas víctimas y se hacen los protectores del reino,  esos son los hijos de la hipocresía. No me gustan los "tejemanejes " ni los "correveydile " y mucho menos me gustan los engaños,  las mentiras,  y el daño gratuito.

La vida está llena de elecciones,  es necesario para la supervivencia. Uno elige lo que come,  lo que viste y algunos afortunados pueden elegir incluso lo que dicen. Por eso,  porque sé que todo se acaba resumiendo a la dicotomía,  al blanco o negro,  y el sí o el no,  he de avisar: cuando uno consiente,  no hace nada,  y se deja llevar por la situación,  en el fondo está eligiendo. 
Cuando quieres lavarte las manos de un problema que tú has desencadenado,  estás eligiendo.
Cuando estás en medio de dos,  y omites tu responsabilidad,  oh,  querido,  tú ya has elegido.