lunes, 18 de noviembre de 2013

¿Saldrán los espías comidos de casa para sus misiones secretas?

Llego a las 10, tengo velas, rosa, y una cámara con la que no te llevas bien. Más rosas, más de todo, no hay fin. Y esa camiseta verde oscura que me gusta tanto. Sacas trucos como los magos sacan cartas de sus sombreros, y en lugar del redoble de tambores y el "Chas" de los platillos acabas mirándome por encima de la gafa imaginaria. Inclinas la cabeza y enciendes unos dulces ojos claros que son la envidia de cualquier flash de Nikon.

Estamos famélicos, hambrientos. Cenamos. Delicioso. Y ahora el secreto (para mí muy hecho, por favor). Nos damos permiso para incumplir las siete horas y media de digestión.

Me encuentro flotando entre nubes de vapor. Otra rosa. Ya van tres. Como ya te dije, me siento en casa, cualquier sitio donde estemos es mi casa.  Podrías haberte quedado ahí, donde estabas, podrías haber corrido en dirección contraria, pero has venido, y estás aquí, y es fantástico.

Tan fantástico como preguntarse si los espías saldrán comidos de casa en sus misiones secretas. ¿Lo harán?

Te asombras y me dices la cantidad de cosas que hemos hecho en este tiempo, pero yo pienso en... (pista).

jueves, 14 de noviembre de 2013

Las llaves de casa

Cerró su puerta con dos vueltas al cerrojo, a cal y canto, pero dejó las llaves en la calle. Quien entrara de nuevo tendría que encontrarlas primero.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Lo sé

He sentido como mi mente decía "Aquí" y mi cuerpo iba allí. No he percibido el movimiento, simplemente llegaba. Cortaba, agarraba, e iniciaba la sutura. Y todo respondía armónicamente. Quizás es la suerte del principiante, es lo más probable, y además se trataba de un ejercicio sencillo y sin complicación pero yo quiero pensar que tengo talento, que he descubierto el motivo por el que me siento tan cómoda con el instrumental en la mano. 

Sólo era papel pintado, pero sentía la tijera cerrarse, y la escuchaba cortar a mis órdenes. ¿Cómo será hacerlo en un tejido vivo? Debe ser extraordinario. Me encuentro en la estratosfera de nuevo, porque sé lo que quiero hacer, y cómo lo tengo que hacer, pero sobretodo, sé que seré capaz de hacerlo. Sé que mi lugar estará en un quirófano, operando. 

Voy a ser cirujana, y me duele la cara de reírme de pura felicidad.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Que nadie sepa mi sufrir y La foule

Enciendo el Magnetofón (aviso a navegantes que es un "palabro" que me he sacado de la manga de la camisa de cuadros que llevo hoy) y me traslado directamente a la cinta casette que mi madre tenía con los grandes éxitos de Maria Dolores Pradera, grande donde las haya y a la que guardo especial cariño porque la he escuchado infinitas veces versionada por mamá. En concreto, está sonando Que nadie sepa mi sufrir. ¿Un poco de historia? Allá vamos...

Empecemos por el principio, la música y la letra. Desde mi lado del charco era completamente ignorante de quién había compuesto la pieza. Pertenece a dos argentinos, Ángel Cabral en la melodía, que sigue el ritmo de vals criollo y Enrique Diezo, afamado escritor de tangos, encargado de la letra. Estamos en 1936, y la canción es grabada por el cantante Hugo de Carril, alcanzando popularidad en Argentina, y se va versionando en la década de los 30, 40 y 50 hasta que Alberto Castillo la graba y llega a oídos de la gran Edith Piaf.

Estamos en Buenos Aires. Edith Piaf acude a la capital argentina para la inauguración del Teatro Ópera en 1953. Durante la estancia, la francesa escucha el "Que nadie sepa mi sufrir" y decide llevárselo a París para incorporarla a su repertorio. Michel Rivgauche le cambia por completo la letra original y nace así "La foulé".

La canción en castellano canta el lamento de un señor a quien lo ha dejado su amante y en francés, cuenta la desesperación de una joven que se encuentra fugazmente con un hombre entre el gentío, y lo pierde. Nada que ver, ¿Verdad?

El famoso "Que nadie sepa mi sufrir" que tantas veces he escuchado por María Dolores Pradera ha sido interpretado por otros muchos artistas, pero si tengo que escoger a uno, sin duda me quedo con un jovencísimo Raphael.


Que nadie sepa mi sufrir

No te asombres si te digo lo que fuiste,
un ingrato con mi pobre corazón,
porque el brillo de tus lindos ojos negros,
alumbraron el camino de otro amor.

Y pensar que te adoraba tiernamente,
que a tu lado como nunca me sentí,
y por esas cosas raras de la vida,
sin el beso de tu boca yo me vi.

Amor de mis amores, dueño mío, qué me hiciste,
que no puedo conformarme sin poderte contemplar,
ya que pagaste así mi cariño tan sincero,
solo conseguirás que no te nombre nunca más.

Amor de mis amores si dejaste de quererme,
no hay cuidado que la gente de eso no se enterará,
que gano con decir que tu amor cambió mi suerte,
se burlarán de mí, que nadie sepa mi sufrir.

Y pensar que te adoraba tiernamente,
que a tu lado como nunca me sentí,
y por esas cosas raras de la vida,
sin el beso de tu boca yo me vi.

Amor de mis amores, dueño mío, qué me hiciste,
que no puedo conformarme sin poderte contemplar,
ya que pagaste así mi cariño tan sincero,
solo conseguirás que no te nombre nunca más.

Amor de mis amores si dejaste de quererme,
no hay cuidado que la gente de eso no se enterará,
que gano con decir que tu amor cambió mi suerte,
se burlarán de mí, que nadie sepa mi sufrir.





La foule
La multitud

Je revois la ville en fete et en délire
Suffoquant sous le soleil et sous la joie
Et j'entends dans la musique les cris, les rires
Qui éclatent et rebondissent autour de moi
Et perdue parmi ces gens qui me bousculent
Étourdie, désemparée, je reste lŕ
Quand soudain, je me retourne, il se recule,
Et la foule vient me jeter entre ses bras...

Emportés par la foule qui nous traîne
Nous entraîne
Écrasés l'un contre l'autre
Nous ne formons qu'un seul corps
Et le flot sans effort
Nous pousse, enchaînés l'un et l'autre
Et nous laisse tous deux
Épanouis, enivrés et heureux.
Entraînés par la foule qui s'élance
Et qui danse
Une folle farandole
Nos deux mains restent soudées
Et parfois soulevés
Nos deux corps enlacés s'envolent
Et retombent tous deux
Épanouis, enivrés et heureux...

Et la joie éclaboussée par son sourire
Me transperce et rejaillit au fond de moi
Mais soudain je pousse un cri parmi les rires
Quand la foule vient l'arracher d'entre mes bras


Emportés par la foule qui nous traîne
Nous entraîne
Nous éloigne l'un de l'autre
Je lutte et je me débats
Mais le son de sa voix
S'étouffe dans les rires des autres
Et je crie de douleur, de fureur et de rage
Et je pleure...

Entraînée par la foule qui s'élance
Et qui danse
Une folle farandole
Je suis emportée au loin
Et je crispe mes poings, maudissant la foule qui me vole
L'homme qu'elle m'avait donné
Et que je n'ai jamais retrouvé...

Vuelvo a ver la ciudad en fiesta y en delirio
Sofocante bajo el sol y la alegría
Y he oído en la música los gritos, las risas
Que estallan y rebotan alrededor de mí
Y perdida entre esta gente que me revuelve
Aturdida, confundida, me quedo
Cuando de repente, me vuelvo, recula
Y la multitud me lanza entre sus brazos ...

Llevados por la multitud que nos arrastra
Nos lleva
Comprimidos unos contra otros
Somos un solo cuerpo
El fluir sin esfuerzo
Nos empuja , encadenados ambos
Y nos deja
Cumplidos, borrachos y felices.
Impulsado por la multitud que se precipitaba
Y la danza
Una mezcla loca
Nuestras manos están soldadas
Y a veces levantados
Nuestros cuerpos entrelazados despegan
Y ambos caen
Cumplidos, borrachos y felices ...

Y la alegría salpicada por su sonrisa
Me traspasa y se refleja en mi corazón
De repente me gritó en medio de las risas
Cuando la gente viene a arrancarlo de mis brazos


 Llevados por la multitud que nos arrastra
Nos lleva
Nos distancia el uno del otro
Yo lucho y lucho
Y el sonido de su voz
Ahogada en las risas de los demás
Y grito de dolor, de furor y de rabia
Y lloro ...

Impulsada por la multitud que se precipitaba
Y que baila
Una mezcla loca
Soy transportada a lo lejos
Y yo apreté los puńos, maldiciendo a la multitud que me roba
El hombre que ella me había dado
Y que nunca he encontrado